Por: Cristian Sandoval
El 2 de diciembre del 2017 el auditorio Lumiere, vibró de tal forma que cada pared del recinto ubicado al norte de la “ciudad fresca”, quedo impregnada con rimas solo para entendidos, en un show largo.
A nuestra llegada una larga fila daba la vuelta al auditorio, todos esperando con ansias la apertura. No importo el frio característico de Bogotá, ni casi las dos horas de espera, nosotros teníamos una cita con el hombre que hace las rimas, una cita con nuestra propia familia.
Entro al Lumiere y se escucha a Mëlmak 69 improvisando en tarima, “hogar dulce hogar”, la energía arriba, la gente disfrutando del preámbulo y es que cuando Dj Pho y Xar Xup-Plex crearon Mëlmak 69 sabíamos que era pura alquimia. Con la tarima aún caliente pasa detrás de mí Lianna, toma el micrófono, Dj Lolita pone el beat y los suspiros no se hacen esperar, explosión de emociones desde el inicio y al final las chicas de la noche se llevan los besos de los presentes.
Las luces se atenúan, la mirada de los asistentes se centra en la pasarela que conecta el camerino a la tarima y solo se escucha al unísono “AlI, AlI, AlI”, acto seguido una ensordecedora bienvenida avisa de la presencia de Ali Rey Montoya en el lugar, el bogotano ha vuelto a casa y su familia lo hace saber. Desde la pasarela del teatro saluda majestuoso y una rima sale desde aquel lugar, la gente mano arriba, él se dirige a la tarima y lo demás será convertido en un recuerdo único para todas las almas presentes.
Empezamos “Si yo digo palabras ustedes dicen… del alma, palabras… del alma” y como una solución química homogénea el show largo comienza, el Lumiere corea cada una de las rimas, son tan cómplices de lo que sucede y la fiesta no solo se vive en la tarima, pausa para unas palabras, cada canción tuvo su introducción “Rap conciencia desde el 2008 al 2017 y nunca pagamos payola, nunca le pagamos a nadie, si estamos sonando en la radio y salimos en revistas es porque ustedes lo pidieron… gracias familia”.
Las colaboraciones dentro del show fueron un plus que dieron dinámica y dejaron ver la versatilidad tanto de Ali como de sus invitados, “Discúlpame” al lado de Lianna, quien también lo acompañaría en otro tema, fue una de las canciones que más fuerte se entonó en la noche. La joya de la corona fue la sorpresiva complicidad de los integrantes de Doctor Krapula, una banda de rock fusión bogotana quien a cargo de Subcantante compartieron tarima y canciones con el dueño de la noche, otra canción coreada “Mi Raíz”.
El viaje ya va en la mitad y es el momento de mostrar el pasaporte “Algo de lo que me ha costado de Bogotá es eso de ser ciudadano y como abordamos el tema de la xenofobia, hoy le toca a Siria y Venezuela… Sé lo que se siente porque yo he vivido afuera y los colombianos también vivimos nuestra guerra, asi que debes actuar con amor… ¿algún venezolano por aquí? Esto también es para ustedes.”
Ali se despide de su ciudad y la gente no quiere que esta cita termine; luces bajas, no suena pista alguna y la gente grita pidiendo su regreso y se oye entre la poca luz “yo no salgo otra vez sino hasta que la gente pegue un grito que se escuche hasta Argentina… ahora hasta New York… y ahora hasta la luuuunaaa”. Vuelve a tarima y le recuerda a todos porque Bogotá es diferente, porque nada se compara al amor de la vieja, a los parceros que habitan estas calles y los 2600 metros que nos acercan a nuestros sueños. Adiós Ali Aka Mind y gracias por brindar tanto amor a tu gente.
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