Las famosas botas Timberland a lo largo de los años pasaron a ser un icono del Hip Hop en los 90s, cuando los raperos la adoptaron como un estilo propio de la cultura, pero ¿como llegaron a ser parte del estilo urbano? Veamos la curiosa historia detrás de estas botas con una investigación que llevamos a cabo en diferentes artículos de Hip Hop y algunas historias.
Las Timberland Timbs han recorrido un largo camino desde su lanzamiento en 1973, que originalmente fueron diseñadas como unas botas resistente para obreros de Nueva Inglaterra, un calzado impermeable y resistente que se paso a ser un detalle común en el estilo de los raperos desde Notorious BIG, que las nombra en algunos versos, hasta Kanye West si apuntamos a algo mas actual. La historia detrás de la popularidad en la cultura Hip Hop no fue una intención de la marca, sino que durante los años 90, cuando Timberland estaba enfocada en clientes obreros, la empresa se dio cuenta de algo extraño estaba sucediendo en la ciudad de Nueva York. Matones, traficantes, raperos, criminales y otros tipos de la calle ajenos a los obreros, se habían obsesionado con sus botas. Tal como el periodista Rob Walker dice en su libro ‘‘Buying In: The Secret Dialogue Between What We Buy and Who We Are («La compra: El diálogo secreto entre lo que compramos y Quienes Somos»)», los primeros compradores urbanos de estas botas eran traficantes de drogas de New York. Estos hombres frecuentaban por las calles toda la noche y necesitaban el mejor calzado posible que sea resistente en cualquier superficie ya sea las imperfecciones del hormigón, algunos vidrios rotos, alambres de púas o alguna otra cosa que puedan encontrarse aseguraba la revista Vibe en uno de sus artículos. Por esta misma razón los raperos de la ciudad de New York empezaron a usarlas y pasaron a ser algo común en los pies de Biggie, Wu-Tang o Mobb Deep.
En aquel entonces las botas se asociaban con matones, criminales y raperos por lo que Timberland trató de distanciarse de este estilo callejero. Julia Chance, la editora de moda de The Source Mag dijo a New York Times: «Creo que ellos piensan que si sus ropas se celebran en la comunidad urbana negra, con todos sus males, esto va a abaratar el nombre de su marca,» respecto a la empresa que temía por el uso de las botas. El intento de romper estos lazos falló ya que por el simple echo que el CEO de la marca diga que no estaban vinculados con ningún estilo de vida, no impedía que los aficionados compren un par de estas botas, incluso lo curioso es que Timberland fue mas popular que las Jordans en los 90s, incluso los raperos fueron quien hicieron crecer las ventas llevando a la marca a multiplicar sus ganancias. Pasados los años Timberland tuvo asociación en diversas ocasiones con el Hip Hop, por lo que en la actualidad es solo un detalle mas en el estilo, algo que se podría ver en profundidad en el documental de estilos Fresh Dressed.
Vir dice
Me parece genial que expongan este tipo de informacion, por que asi nos damos mas una idea de el contexto en el que realmente vivian y convivian los niggas en la city. Porque escuchamos muchas canciones de hiphop underground yankee pero a veces dejamos de lado la letra o cuando entendemos la letra simplemente pensamos que son unos gangster o desearon estar en donde estuvieron y en realidad ellos no eligieron esa vida simplemente fue el contexto crudo (muy crudo y violento) que los tocò.
Y apartir de todo eso vemos el sacrificio de ellos, y que no por ser negros son re rappers porque ellos quieren, que no fue una moda ni lo es.
Gracias por la buena nota 😀
Vir Meow aka Lapiba
Sergio Perez dice
Yo soy fan de timberland desde que estaba pequeño, por que crecí en el barrio donde los grandes de aquel tiempo las usaban, han pasado los años he crecido, termine la universidad y de verdad ahora que tengo dinero, tengo en mi guardarropas mas de 4 pares de botas timberland y de mas accesorios de la marca que por motivos de trabajo solo puedo utilizar los fines de semana, con ropa holgada, nada que ver con mi roll social entre semana con el de fin de semana.
2018.